Eneko Axpe, un "gastrofísico" que trabaja para la NASA y hace hip hop

San Sebastián/San Sebastián, 22 mar (EFE).- El investigador vizcaíno Eneko Axpe trabaja desde hace cuatro años en la NASA, aunque su actividad como físico llega también al campo de la gastronomía, en el que ha desarrollado nuevos productos con proteínas alternativas a las de la carne y el pescado. Su currículo es extenso e incluye grabaciones de discos de hip hop.
Axpe (Barakaldo, 1986), doctor en Física de Materiales por la Universidad del País Vasco, que ha pasado como becario por las de Stanford y Harvard, ha abierto este martes, por videoconferencia desde San Francisco, la última jornada del Foro de Emprendedores del Basque Culinary Center de San Sebastián.
Ha hablado de sus experiencias en Impossible Foods y Beyond Meat, empresas líderes en la creación de alimentos de origen vegetal que emulan a productos cárnicos como las hamburguesas. Su trabajo se centra en las texturas de la comida y ahora está involucrado en la creación de salmón a base de plantas.
"Hay mucho futuro en las proteínas alternativas. Vamos a tener que comer más frutas y verduras y menos carnes porque no hay un planeta B", ha destacado este científico, al referirse a los limitados recursos de la Tierra y al daño que hacen animales como las vacas con sus emisiones de metano a la atmósfera.
Señala que "no es fácil cambiar las costumbres" y ahí está el quid de esos productos simulados, que no van dirigidos precisamente a un mercado vegano o vegetariano. "Es un auténtico boom en Europa y han llegado para quedarse", ha manifestado Axpe, que ha dicho que Holanda está siendo "la más atrevida" y ya ha aprobado las primeras pruebas para degustar carne cultivada en laboratorio.
Ha dicho además que no hay ningún estudio que sustente que los vegetales ultraprocesados provoquen enfermedades y ha destacado que en su producción se emplea menos del 10 % de la energía necesaria para elaborar hamburguesas y el 4 % de agua. "El futuro del 'foodtech' será sostenible o no será", ha remarcado.
Este científico, que además pasó por la Universidad de Cambridge como investigador y docente, dice que no nació en una familia que pudiera pagarle una carrera en Estados Unidos.
"Yo no soy más que el fruto de una sociedad que apostó por una educación pública de calidad. He obtenido becas durante mi carrera, dos máster, doctorado y postdoctorado, becas que fueron pagadas con los impuestos del contribuyente", destaca Axpe a EFE.
Espera que su ejemplo sirva "para demostrar que, si se dan oportunidades, hay quien las exprime", y aboga por "reforzar y mejorar" los modelos de educación pública y ciencia "para darle a mucha gente joven, que la hay con gran talento, oportunidades para llegar lejos".
"No sabemos si la fórmula para una vacuna contra el cáncer está en la mente de un niño de la calle Serrano o una niña inmigrante marroquí que reside en Barbate. Le pido a la gente que vote por los que apuesten por potenciar la educación pública de calidad, por la ciencia y por la innovación. Y a los poderosos, les ruego que las potencien, que planten esa semilla. No apostar por una educación pública de calidad es dispararse en el pie", afirma.
Actualmente, tiene "la suerte" de ser el único físico de un proyecto que la NASA acaba de financiar con el fin de "construir estructuras para crear, fuera de nuestro planeta, hogares, invernaderos y laboratorios".
Explica que a la luna, o a Marte, no se puede transportar aluminio o cemento en grandes cantidades debido al reducido tamaño de las naves espaciales. Quieren "crear estructuras" a partir de micelios (raíces de hongos), que "crecen muy rápido", y con los que ya han logrado "fabricar mesas, sillas y otras estructuras tratadas para que tengan unas propiedades mecánicas muy resistentes".
"Nuestro siguiente objetivo es demostrar que pueden crecer de forma similar en la luna y Marte", precisa el investigador vasco.
"Hace poco -señala- publicamos una investigación que lideré, en la que desarrollamos el modelo matemático predictivo más preciso hasta la fecha para ayudar a la NASA y otras agencias espaciales a calcular la cantidad de hueso que perderán los astronautas en un viaje a Marte. La NASA me concedió un premio en Houston por esta investigación, fue increíble. En unos 25 años, cuando vea a la primera persona pisar el planeta rojo, será fascinante pensar que puse mi pequeño granito de arena para que la humanidad llegase allí".
Pero Eneko Axpe empezó a hacer música "mucho antes" de ser científico. En su último disco, "Maisha MC–VMME SAHAR", utilizó "unos sonidos de vientos grabados en Marte por un robot de la NASA" que mezcló con "irrintzis" para componer un tema.
"Me emocionó mucho cuando vi que Amoeba Music (la mayor tienda de música independiente de EEUU) recomendaba mi disco ¡Le pusieron una pegatina de 'recomendado' a mi vinilo y todo!", explica Axpe, que sigue "dando directos" en California y que este año sacará su siguiente álbum, "Before the love ends".
Lleva ocho años viviendo fuera de Euskadi y en febrero inició su quinto año en San Francisco. "Mi futuro probablemente estará ligado a Estados Unidos, ya que es como el Barça, el Real Madrid o el Paris St Germain de la ciencia", pero matiza que no de forma permanente, pese a que se lo han ofrecido "con un contrato que supera los 120.000 euros al año".
"Para mí el dinero no es lo primero. Si el día de mañana tengo una familia, no quiero que crezca en un país sin sanidad pública, en un país que no protege socioeconómicamente a sus ciudadanos", subraya este investigador que, volviendo a la analogía futbolística, añade que regresará para jugar "en el Athletic Club de Bilbao", que también le hace "ilusión".
"Quiero contribuir a enseñar lo que he aprendido en centros tan excelentes, a que la ciencia y la tecnología de nuestro país también sean campeonas", afirma.