Berlín/Berlín, 25 mar (EFE).- El ministro alemán de Economía y Clima, el verde Robert Habeck, insistió hoy en que un embargo inmediato a las importaciones energéticas rusas tendría "considerables" consecuencias para Alemania, al tiempo que destacó el avance hacia la independencia energética.

"Que no podamos imponer en seguida un embargo no quiere decir que no estemos trabajando en los pasos hacia la independencia" energética de Rusia, dijo Habeck, quien agregó que "un embargo inmediato habría tenido consecuencias sociales y económicas considerables".

Señaló, además, que hay una gran diferencia entre un embargo impuesto por el Gobierno alemán, que entonces tiene que asumir todas las consecuencias, o el hecho de que sea el presidente ruso, Vladímir Putin, quien decida cortar el suministro energético.

"Eso no quiere decir que no nos estemos preparando si la decisión la toman otros, en este caso Putin", dijo, y aseguró que Alemania avanza bien en los preparativos.

Al mismo tiempo subrayó que "cada contrato de suministro que se rescinde perjudica a Putin".

Señaló que los depósitos de gas, al final del invierno, están llenos al 25 % y aseguró que "Alemania no tiene todavía escasez de suministro".

"Tenemos aún opciones adicionales para hacer las cosas de manera aún más radical, lo que significaría entonces limitaciones y acciones de nuevo más enérgicas, pero no tenemos por qué dejarnos chantajear", dijo.

Habeck hizo estas declaraciones en una rueda de prensa para informar sobre los progresos realizados en materia de seguridad energética, en la que aseguró que Alemania logrará reducir a la mitad las importaciones de petróleo ruso hasta mitad de año y aspira a la práctica independencia hacia finales de 2022.

En tanto, en las próximas semanas la dependencia del carbón ruso se reducirá del 50 % al 25 %, hasta principios del verano, la mayoría de operadores podrá prescindir completamente de las importaciones rusas, y hasta el otoño la independencia será completa, agregó.

También se refirió a los suministro de gas y se mostró convencido de que hasta mediados de 2024 es posible alcanzar la independencia energética de las importaciones rusas, excepto en un pequeño porcentaje.

En este aspecto, subrayó la necesidad de desarrollar las energías renovables, reducir de manera consecuente el consumo a todos los niveles, diversificar y un rápido aumento del hidrógeno.