Lisette Oropesa anticipa "muchos más síes" al Teatro Real tras su concierto

Lisette Oropesa anticipa "muchos más síes" al Teatro Real tras su concierto

25 de marzo 2022 - 13:15

Madrid, 25 mar (EFE).- "Muchos más síes que noes" al Teatro Real se sucederán próximamente tras el concierto que la soprano estadounidense de origen cubano Lisette Oropesa realizará el próximo 30 de marzo en este escenario.

"Y (esos síes) serán dentro de nada", ha corroborado Joan Matabosch, director artístico de esta institución cultural en el desayuno informal que ha mantenido este viernes con la prensa la primera artista a la que el público madrileño reclamó un "bis".

Fue en julio de 2020, en la reapertura de la programación justo después del confinamiento más duro y gracias a su interpretación del aria "Addio del passato" de "La Traviata" de Giuseppe Verdi, cuya duración fue reducida a una sola estrofa por la especial situación de la pandemia y la necesidad de acortar tiempos de la ópera.

"Técnicamente no fue un bis", ha opinado hoy desde la modestia Oropesa, que ante las insistentes peticiones cantó la segunda estrofa al término de la representación, grabando su nombre en la historia de esta ciudad.

A ella vuelve solo cuatro meses después de su paso por el Teatro de la Zarzuela. "Creo que el público madrileño ama la ópera y a los cantantes. Y aquí la gente pide bises, protesta... hace de todo", ha reconocido, "feliz" de regresar a Madrid.

Esta vez, acompañada por el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real y bajo la dirección de Corrado Rovaris, se ha decantado por un programa integrado casi en su totalidad por óperas compuestas originalmente en francés, pero por dos autores italianos, Rossini y Donizetti.

"Esa mezcla es lo que lo hace muy interesante", ha explicado sobre esta elección, que incluye títulos como el aria "Ils s'éloignent enfin... Sombre forêt" de "Guillaume Tell", que a su juicio está a medias entre el "bel canto" italiano y la "grand opera" francesa.

Ha confesado asimismo que prefiere cantar en francés que en italiano, porque al tener más vocales, da juego "para pintar con muchos más colores", así como porque normalmente en esta lengua "se cuida mucho más el texto, la poesía", mientras que el belcantismo "se concentra mucho más en la voz".

En francés interpretará asimismo la versión (o más bien reescritura) que Donizetti hizo a este idioma de "Lucie de Lammermoor". En concreto, interpretará "Que n'avons nous des ailes", "un aria de amor que es como un pájaro" frente al dramatismo de la partitura original.

El repertorio en el Real permitirá disfrutar de su voz en piezas que, por decisión propia pese a haber recibido ofertas para ello, nunca ha interpretado en un escenario, como "En proie à la tristesse... Celeste providence" de "Le comte Ory", también de Rossini.

"Esa coloratura ligera no es cómoda para mí; disfruto esa aria en concierto, pero hacer la ópera entera... no", ha explicado.

Muy "perfeccionista", ha dicho que para aprender a dejar pasar ciertas oportunidades "hay que llegar a un punto en que no te cuesta decir no". "Yo ahora los digo todos los días. Pero cuando eres joven, no sabes hacerlo", ha reflexionado quien ha actuado en los principales teatros del mundo y acumula más de cien actuaciones en el Metropolitan Opera de Nueva York.

"El éxito de una noche se debería demorar 10 años. Si mi carrera no hubiera crecido de esta manera, ahora no me encontraría tan cómoda con mi voz y con mis posibilidades", ha considerado esta soprano que ha interpretado papeles emblemáticos como el de Susanna en "Le nozze di Figaro" o principal de "Manon".

Su apuesta por "seguir aprendiendo y tratando de mejorar" se manifiesta en este programa del Teatro Real ("Una forma de empujarme un poco para ver de qué era capaz", ha alegado), pero aparentemente muy consciente de dónde puede brillar y cuáles son sus limitaciones.

Ahora, ha reconocido en ese sentido, hay cosas que hacía de joven que ya no puede, "como la coloratura rápida", que le cuesta más. Por contra, se encuentra "más cómoda en la parte baja" de su voz", cambios que ha introducido en sus elecciones.

"Cualquier cantante que busque la técnica perfecta, aún si la encuentra, enseguida se va, porque tu cuerpo cambia, sobre todo como mujer", ha alegado, antes de pedir paciencia y equilibrio a los artistas más jóvenes, "a menudo empujados por los teatros si ven en ellos potencial" a papeles que asumen "jugando con fuego".

En su caso ha esperado por ejemplo para poder interpretar papeles largamente soñados, como el de Juliette, en "Roméo et Juliette" de Charles Gounod, que a su juicio requería "una voz más redonda" y en la que podrá ser escuchada próximamente.

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